NUESTRA ROPA, NOSOTRAS Y NUESTROS
RECUERDOS
La ropa que vestimos es nuestra
carta de presentación, es lo primero que ven de nosotras y lo que va a definir la primera imagen.
Hay ropa con la que nos sentimos
especialmente bien y que nos gusta repetir y repetir. ¿Os habéis preguntado
porque?
La respuesta es que hicimos una buena
compra, compramos lo que nos sienta bien y con lo que nos sentimos cómodas. El resultado es que mágicamente nos sentimos más
seguras, más capaces de todo.
A veces una pieza nos provoca sensaciones, emociones y nos traslada a momentos de nuestra vida.
Esa chaqueta que llevábamos aquel
día tan genial y que acumula tantas buenas historias. A veces la ropa es como
las canciones que oímos en un momento clave y luego las recordaremos siempre.
Suelen ser piezas especiales por un motivo u otro y no queremos renunciar a ellas.
Pero nosotros, como la vida, evolucionamos y aquello que nos sentó
fantásticamente una época de nuestra vida, no nos sentará siempre bien. Tuvo su
precioso momento y tocará renovarlo y actualizarse.
Está permitido guardarnos alguna
pieza clave cargada de emoción porque al fin y al cabo, la emoción nos da vida
y la ropa también forma parte de nuestra vida pero no os recomiendo acumular
más de la cuenta o vestiros puede convertirse en una pesadilla.
Y si una pieza os da mal rollo, os pone de mal humor o os hace sufrir, no os lo penséis, deshaceos de ella. ¡Sed felices!
Y si una pieza os da mal rollo, os pone de mal humor o os hace sufrir, no os lo penséis, deshaceos de ella. ¡Sed felices!
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